¿Expresar o no? ¿Cuántas veces nos encontramos con el dilema de decir o guardar algo que quisiera expresar?

Cuando no lo decimos, podemos pretender evitar conflictos; es posible que queramos ser amables, buscar la unión con el otro o nuestra manera de ser aceptados. En cambio, cuando de una manera u otra elegimos poner palabra, nos puede impulsar a compartir el querer dar importancia a la honestidad, a la transparencia o a la propia verdad.

Nos gustaría expresar sin causar incomodidades. Podemos tener miedo de ofender a alguien y no sabemos cómo hacerlo. Pero muchas veces podemos complicar más las situaciones, porque lo que no se ha dicho no deja de existir.

Al igual que cuando tememos acabar con una relación de pareja, por no terminarla a tiempo, podemos estar actuando de forma puede provocar más daño a la pareja. Exprese o no la incomodidad o el malestar, está en mi interior, y la otra persona o relación pagará ese peaje. A menudo provocamos lo que no queremos y en algunos casos, multiplicado.

Exprese o no… ¿quiero dar voz a mi verdad? ¿O quiero evitar el dolor del otro? A veces quiero evitar el conflicto, pero el conflicto que no saco fuera, lo puedo llevar dentro de mí. Es cierto que la otra persona puede digerir con dolor. Eso no lo podré evitar. En cambio, a la hora de explicar lo que me pasa a mí puedo hablar de mí de la forma más cuidadosa posible. Y esto sí depende de mí.

De este modo, sin restar importancia a las propias vivencias, podemos:

  1. Empezar a valorar y respetar la propia verdad.

  2. Reforzar la relación. De hecho, nuestra declaración será una oportunidad para crear conexión con los demás.

  3. El otro podrá confiar en nosotros.

Lo dicho si genera incomodidad o molestia, podemos escucharle con empatía. En la conversación, si mantenemos la intención de encontrar soluciones que nos funcionen a los dos, lo más probable es que acabemos más cerca el uno del otro.

Me resulta curioso ver que, queriendo ofrecer el cuidado que quiero para las personas, en diferentes situaciones no me tengo en cuenta en otros aspectos que considero importantes. Cuando quiero y puedo sé que puedo expresar mi verdad con respeto a los demás. ¿Y tú? ¿A quién, qué y cómo quieres expresarte? ¿En qué circunstancias te atreverás?