Escuelas de Padres y Madres- un camino compartido
Nuestros hijos e hijas, nuestro espejo
Dicen que las relaciones más cercanas son como un espejo: en ellas vemos lo mejor de nosotr@s… y también lo que más nos cuesta aceptar.
Y la verdad es que nuestr@s hij@s son los espejos más nítidos. La forma en la que hablamos, nuestra capacidad de escuchar, cómo ponemos los límites, cómo gestionamos las emociones… todo comunica.
Muchas veces no nos damos cuenta, pero repetimos —casi sin querer— modelos que no querríamos. Seguro que alguna vez has pensado: «Mi madre o mi padre lo hacía así y yo no…» y, sin embargo, llegado el momento respondes de la misma manera.
👉 Eso nos invita a tomar conciencia de nuestros patrones, atrevernos a cambiar y aprender nuevas herramientas. Para ello, la escuela de padres y madres puede ser un espacio maravilloso.
Situaciones que se repiten
A menudo, muchos padres y madres comparten experiencias como estas:
- hij@s que no hacen caso o que estallan con rabietas,
- momentos en los que perdemos la paciencia y explotamos,
- poner límites a base de gritos o castigos… y después sentir culpa,
- dudas e inseguridades: “¿Lo estaré haciendo bien?”,
- conversaciones con hij@s que se reducen a monosílabos o silencios.
Son retos reales, que de un modo u otro tod@s compartimos. Y tenemos dos opciones: quedarnos atrapados en esas dinámicas… o, con un poco de dedicación y apoyo, aprender nuevas formas de gestionarlas.
Igual que se aprende a cocinar o a conducir, también se puede aprender a comunicarse y a ejercer la maternidad o la paternidad.
La fuerza del grupo: lo que marca la diferencia
Después de muchos años acompañando a familias, he visto algo claro: cuando un padre o una madre busca apoyo, hay dos caminos posibles:
- hacerlo en solitario, en sesiones personales con un/a profesional,
- hacerlo en grupo, acompañado de un/a profesional y de otros padres y madres.
Ambos caminos ayudan, pero el segundo tiene un valor especial: la fuerza del grupo.
El grupo te ofrece:
- aprender de la experiencia de otr@s,
- nuevas miradas,
- apoyo y confianza,
- tranquilidad y normalización: “no estoy sol@, no soy rar@”.
Esa experiencia compartida puede transformar la vida.
Una metáfora: aprender a bailar
Imagina que quieres aprender a bailar.
Puedes hacerlo sol@ en casa con tutoriales… pero resulta duro y solitario.
Si vas a clase, con profesor/a y otras personas que también aprenden, todo fluye más rápido. Además, ese compromiso multiplica la motivación.
👉 Con la maternidad y la paternidad ocurre lo mismo.
El libro Crecer juntos: un gimnasio emocional
En las escuelas de padres y madres damos prioridad a las situaciones que traen l@s participantes. Además de mirarlas desde otra perspectiva, entrenamos con dinámicas y ejercicios prácticos.
Un recurso muy útil para esto es mi libro Crecer juntos. Allí encontrarás propuestas que puedes practicar en grupo o en solitario:
- empatía,
- asertividad,
- poner límites de forma saludable,
- gestión de la culpa,
- ejercicios para fortalecer la autoestima.
Es un auténtico gimnasio emocional, para entrenar y reforzar las herramientas que necesitamos en el día a día.
Una invitación
Septiembre es el mes de los nuevos retos y propósitos.
Si quieres aumentar la calma, la cooperación y la conexión con tus hijos, fortalecer tu confianza como madre o padre, y sientes que ha llegado el momento de invertir en tu familia…
👉 Te invito a unirte a uno de los grupos que ya están en marcha.
Te recibiremos con todo el mimo y el cariño.
A TRAVÉS DE LA SUSCRIPCIÓN RECIBIRÁS GRATIS UN PDF CON LA GUÍA DE CNV
Además, recibirás el calendario de las conferencias/formaciones que impartiré, contenidos de valor e información sobre los proyectos que vaya creando.
Responsable de tratamiento: Nerea Mendizabal Etxeberri, con dirección en: Uztapide 3-4 izq. – 20740 Zestoa (Guipuzcoa) | Finalidad: Atender a su solicitud. Enviarle información | Duración del tratamiento: plazos legalmente obligatorios (1 año) | Autoridad de control: Agencia Española de Protección de Datos, www.aepd.es